"Camino Recorrido"

Camino Recorrido

Cada vez que nos sentamos a hablar con nuestros abuelos comienzan a contarnos sobre sus vidas. Recuerdan con gran alegría su pasado. Nos cuentan como era la vida en esos tiempos, y la gran diferencia que había antes. Los “carretes” antes eran llamados “malones”, los que comenzaban por la tarde y finalizaban como a las 9:00 de la noche. Hoy las fiestas comienzan a las 12:00 de la noche, hora que antiguamente se dormía. El alcohol no era relevante, se tomaba casi sólo bebida y cada persona debía llevar algo para compartir.

Como ya todo el mundo sabe, el alcohol es un tema hoy en día. Para cualquier fiesta el llevar cerveza, ron, piscola, es infaltable. Antes esto no era así.
En la infancia, para divertirse se hacían otras cosas. Ir al campo, salir por las tardes, jugar a la pelota, al luche, juegos sanos y diversión sin tecnología, que sin duda en esos tiempos los adolescentes sabían como hacerlo para pasarla bien con lo que había. Es así como nuestros padres y abuelos nos cuentan como eran sus vidas, los largos caminos recorridos.

Por esto, hoy ellos se preocupan mucho por nosotros, por la juventud de hoy. Son muchos los cambios que hoy existen. Hoy, ir al campo es “latero”, todos los jóvenes preferimos hacer otras cosas más entretenidas, como ir al cine, al mall, pubs, discoteques, entre otros. Por lo mismo, el peligro que existe en la actualidad es bastante. Los asaltos, violaciones, accidentes automovilísticos por causa del alcohol, las peleas callejeras, son temas que prácticamente frecuentamos todos los días, lo que antes casi no existía.

Así, el largo camino recorrido por nuestros padres y abuelos nos reflejan la voz de la experiencia. Son muchas las veces que nosotros los adolescentes, pensamos que tenemos la razón en todo, que los castigos y los retos de nuestros padres son sólo para molestarnos, pero obviamente no es así. Ellos quieren lo mejor para nosotros, por lo mismo nos educan, nos enseñan y nos corrigen. No quieren que cometamos los mismos errores que ellos o que nos expongamos a peligros que no son necesarios. Con el pasar del tiempo, los hijos, nos vamos dando cuenta de la razón que tenían nuestros padres cada vez que nos retaban o no nos dejaban hacer lo que nosotros queríamos. Son cosas que si no se comprenden al minuto, se entenderán más adelante. La madurez nos hará pensar sabiamente y nos daremos cuenta de porqué las cosas fueron de tal manera y de los errores que cometimos antes por no escuchar a nuestros padres.
Sin embargo, con la tecnología y con todos los cambios que hoy existen, ellos se han sabido adaptar, saben que lo deben hacer. Hoy son más permisivos y tratan de entender más a sus hijos en sus decisiones y en sus salidas nocturnas, siendo más flexibles con los horarios y con las amistades, pero siempre con límites, buscando un equilibrio que podrá hacer felices a ambos.